María Méndez Bruja y artista
Colombia-México
María Méndez Bruja y artista
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CONJUROS DE MARÍA MÉNDEZ AL ARCHIVO DEL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN
La bruja Quelembe vuelve a la Cartagena de Indias del siglo XXI en el cuerpo físico de María Méndez (n.1990), mujer negra y artista plástica que asume su condición histórica de bruja, maga, yerbatera, quiromántica y sanadora. Llega con sus prácticas adivinatorias comunitarias, recogiendo los pasos intemporales de aquella María Méndez, “ negra horra…”, de principios del siglo XVII, bruja condenada por el Santo Oficio al destierro, del Puerto de Cartagena (Nuevo Reino de Granada, Hoy Colombia) al Puerto de Campeche (Nueva España, hoy México) “F343/ Se le hicieron las preguntas y repreguntas contenidas en la intrusion, se votó a que saliece en auto de fe, con insignias de bruja y hábito de reconciliada y en el oyese su sentencia y fuese admitida a reconsiliación, con hábito y carcel de un año y confiscación de todos sus bienes y acabado dicho hábito y carcel saliece desterrada de esta ciudad y su obispado por tiempo y espacio de tres años. Así se ejecutó.” RELACIONES DE CAUSAS DE FE 1610-1637 (Investigación de la artista en el Archivo General de la Nación-México)
Su primer conjuro diacrónico llega al Museo Histórico de Cartagena de Indias, Antiguo Palacio de la Inquisición y en este texto lo utilizamos como portal esotérico que antecede la fruición estética de la exposición:
Retomaré la composta para compactar las capas de sedimento que comparte sustrato con los sistemas escriturarios asémicos, las escrituras se mueven, se traspasan, son eco y mapa.
Se conjuran las páginas del archivo inquisitorial al plasmar cartográficamente las señales del guarrú de café y lecturas de mano de sus prácticas artísticas adivinatorias. Las inmensas páginas se exponen a manera de largos velos translúcidos que conectan simbólicamente el cielo con la tierra, el arriba y el abajo. Escuchamos sus susurros para que retumben las paredes del arkhé palaciego (lugar, archivo + arquitectura) encriptado de ignominia y dolor y comiencen a desatarse mágicamente los espectros misteriosos del conocimiento ancestral afrodiaspórico de María Méndez.
Sostenga la taza de café con ambas manos.
Llévela a su boca, sostenga un sorbo en su boca y tráguelo despacio y mantenga el gesto.
Dentro de su boca se han mezclado esas ideas con la magia, deje que la mesa sostenga la taza.
Acerque la punta de los dedos a sus labios, sople en ellos, como si susurrara
El archivo de la brujería en la obra de la artista lo consultamos en libros o cuadernos cosidos artesanalmente, realizados a partir de rollos de papel químico intervenidos con alcohol untados en manos o a través de plantas medicinales por los participantes de los laboratorios y talleres de las artes adivinatorias. La fruición o contemplación del visitante se difumina entre las formas y texturas un tanto surrealistas (llamando al subconciente) y la reconversión intencional de aquellos actus fidei ahora devenidos en escrituras mágicas; las bellas impromptas detonan sortilegios y curas espirituales, pactos secretos del más allá en el más acá para que la brujería del amor, la salud y el dinero se pongan sobre la mesa en el “creer” y el “crear”.
La magia es un acto de entrega en doble vía, pactos secretos surgen entre la mano y el papel. Y, con ello las palabras.
En el intercambio ellos se llevan las palabras, yo me quedo con los papeles conjurados
En este espacio concedido no hay lugar para exorcismos, ni oraciones católicas, se condenan por todo el dolor causado, la tortura en El Potro, la Garrucha, el látigo y la hoguera no se olvida. Se hace un llamado a la completa Limpia. Se siente la presencia multisensorial y extrasensorial de la bruja y artista, María Méndez, la de ayer y la de hoy, que sigue invocando a sus ancestras en cada actuación de la agenda expositiva del museo. Se convocan a las otras hermanas sabedoras y conocedoras, incluyendo a Lorenzana de Acereto, Paula de Eguiluz y Elena de la Cruz, que siguen caminando por estos pasillos, a La Gran Junta. El espacio, la palabra, el café y las siete hierbas están disponibles para el Aquelarre:
“…Cura, sana, cura, sana y fluye
Cura, sana, cura, sana y fluye
Cura, sana, cura, sana y fluye…”
(Canción “Renace la Fuerza” de Almaconvoz)
Alexa Cuesta Flórez
“… La diez y ocho fue María Méndez, negra horra, vecina y natural de este lugar, la cual fue testificada por doce testigos mujeres, mayores de veinte y cinco, cómplices en su delito de ser bruja y haber acudido a las juntas.” F341 SECCIÓN INQUISICIÓN CARTAGENA DE INDIAS, LIBRO 1020, AÑOS 1610-1637.
Su interés empieza en el 2015 en MUHCA Museo Histórico de Cartagena de Indias, tuvo la oportunidad de participar en la construcción del nuevo guion del Museo conocido como Palacio de la Inquisición. Integró el programa de Formación de públicos y se nutrió en la experiencia de contar otras historias hilvanando los relatos que contaban los visitantes.
Hablar de inquisición y las mujeres mencionadas en las sospechas de brujería, mezclando las colecciones con las materialidades involucradas en su práctica artística, inicio a un proyecto de investigación y experimentación performatica; a partir de coincidencias históricas, donde las llamadas María Méndez mencionadas en casos de brujería se convierten en claves de existencias entre los archivos.
Para la artista el archivo es una materialidad y una práctica, puede ser leída, intervenida, sobre escrita, puesta en otro lugar, se mezcla con otras ideas, recuerdos y objetos. En ese sentido la noción de archivo y el proceso creativo son atravesados por la experiencia vital, las fuentes permanecen abiertas a múltiples interpretaciones y lugares comunes.
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